Una de las noticias más esperadas por el turismo español, el levantamiento de restricciones por parte del Gobierno Británico para viajar a islas españolas.
Definitivamente este es un punto positivo para nosotros, sin embargo, la felicidad en este caso no es tan completa, ya que Reino Unido si ha dado luz verde a los Británicos para viajar a las Islas Baleares pero, no para viajar a Islas Canarias, uno de los mayores destinos de los británicos.
Esta pasada semana Boris Johnson ha dado la tan esperada noticia, que ya empezaba a desesperar a los operadores turísticos británicos y a tantas agencias de viajes, autorizado el viaje a Islas Baleares, con restricciones, pero mínimas en comparación a las limitaciones anteriores del gobierno británico. En este sentido, Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera se unen a Malta como uno de los destinos beneficiados de recibir la ola británica de turistas.
Recordemos que Baleares es uno de los destinos preferidos por los turistas alemanes y británicos. Con la aprobación reciente de Alemania de considerar a las islas como destino seguro y ahora con el aval de Reino Unido, es indiscutible que las reservas se dispararán exponencialmente.
Reino Unido cada vez cede un poco más en sus políticas, tal como lo ha insinuado el primer ministro britanio existe “una gran posibilidad de abrir los viajes” gracias a la “doble vacunación“. “Más del 60% de la población ha recibido las dos vacunas, el 83% ha recibido ya una y seguimos avanzando”, declaró.
Sin embargo, son buenas noticias para Baleares pero pésimas para Canarias, que según ha manifestado a través de su Consejera de Turismo Yaiza Castilla, esta decisión podría “suponer una importante mancha para la buena imagen de las islas como destino seguro“. Recordemos que para Canarias la visita británica es esencial para recuperar las reservas en este verano, de mantenerse esta limitante los resultados de este año no serían los esperados.
Por su parte, las múltiples restricciones impuestas por el Gobierno Británico a distintos países de Europa ha traído como consecuencia medidas recíproca, por ejemplo, la canciller Angela Merkel instó a los líderes de la UE a tomar una postura unitaria e imponer la cuarentena a los visitantes del Reino Unido por la preocupación ante la nueva variante. El presidente francés Emmanuel Macron recogió el testigo e incluso el Gobierno portugués se está planteando también las nuevas restricciones al turismo británico.
España, Grecia y Portugal eliminaron en mayo las restricciones a los visitantes británicos con la intención de reactivar sus sectores turísticos este verano y a la espera de cierta reciprocidad por parte de Londres. Portugal llegó a estar de hecho en la “lista verde” durante varias semanas, antes de que el Gobierno británico decidiera dar repentinamente marcha atrás e incluirla en la “lista ámbar”, lo que causó graves trastornos a miles de turistas y provocó notables fricciones políticas.
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