Fotografía de interiores en viviendas turísticas, ¿por dónde empezar?
A la hora de publicitar tu vivienda turística en una plataforma online, es importante contar con buenas fotografías que sirvan como reclamo. Estás imágenes deben mostrar lo mejor de tu propiedad sin caer en la exageración. Partiendo de la base de que nunca se deben usar «trucos» en lo que respecta a la fotografía de interiores, si tienes en cuenta algunos aspectos básicos, el resultado será el esperado.
Estado de la vivienda
Se sobreentiende que si vas a destinar tu vivienda a uso turístico, ésta debe estar en condiciones óptimas. Sin embargo, no basta con que esté limpia y sea funcional. A la hora de fotografiarla, hay que cuidar al detalle el estado de todos y cada uno de los elementos que van a ser fotografiados: paredes, suelos, techos, cortinas, camas, etc. No debe haber ningún desperfecto y las telas deben estar siempre bien planchadas.
Decoración
Independiente del tipo de decoración que hayas escogido para el alojamiento –aquí tienes algunos tips para sacarle el máximo partido-, el éxito está en aprovechar y jugar con lo que tienes.
Si cuentas con algún elemento decorativo particular, destácalo y hazle una fotografía de detalle -sacar el mismo elemento más de una vez sería repetitivo-. Asimismo, un pequeño tip que ayudará al cliente a imaginarse allí es fotrografiar la zona de comedor con la mesa puesta. Con este mismo fin, puedes colocar también algunas revistas en la zona de estar o dormitorios. El objetivo es que el futuro huésped la vea como un hogar y no como una casa de exposición.
Ángulo
Volvemos a reiterar que nunca se deben usar trucos para hacer parecer tu casa más grande o alterar la realidad, pero tampoco caigas en el error de hacerla parecer más pequeña por evitar lo anterior. La clave está en el ángulo.
Quizá sea el aspecto más complicado de la fotografía de interiores pero es vital escoger el ángulo perfecto: cuánto más abierto sea, mayor parecerá la estancia. Por su parte, las paredes y techos deben aparecer siempre rectos. A la hora de buscar una correcta simetría, si dispones de trípode la tarea será mucho más sencilla.
Enseña lo que tus clientes quieren ver
No existe un número recomendado de imágenes que mostrar en un anuncio. Depende del tamaño del alojamiento. En cualquier caso, bastará con contar con una o dos de cada estancia, y algunas de detalle. Estás últimas no son estrictamente necesarias pero darán un toque de calidad al reportaje.
En cuanto al orden, el más acertado sería que se correspondiese con el orden en que una persona vería la propiedad presencialmente: empezando desde los exteriores hasta dentro y dejando los baños en último lugar.
Si haces fotos también de las vistas, recuerda siempre que en la imagen aparezca una parte de la ventana o zona de la casa desde donde se haga. Así demostrarás que son reales.
Actualiza las imágenes
Si cambias cualquier elemento, ya sean cortinas o el color de alguna pared, debes realizar nuevas fotografías que sustituyan a las anteriores.
Aunque en principio parezcan detalles sin importancia, es siempre desagradable para el cliente llegar a un sitio distinto al que vio en las fotos. Incluso aunque el cambio haya podido ser a mejor, ésto puede causar una desconfianza que desemboque en una mala reseña.
